Lecturas de agosto

Buenos días!

Último día del mes y aquí vengo con las lecturas de agosto. 
No he abandonado el reto, aunque si ha estado muy flojo durante las vacaciones, y ya es una realidad que no me va a dar tiempo de cumplirlo.

Creo que ya he comentado en alguna ocasión que me gusta septiembre porque, tras el verano, me siento con ganas de hacer muchas cosas. Este mes es como una nueva oportunidad. Tengo pensado hacer algunos cambios en el blog e ir añadiendo cosas nuevas poco a poco. Ya las iréis viendo.

Vamos a por los dos libros.



La gente feliz lee y toma café. Agnes Martinl Lugand. Un libro escrito en otro idioma.

Sinopsis

Tras la muerte de su marido y de su hija en un accidente, Diane lleva un año encerrada en casa, incapaz de retomar las riendas de su vida. Su único anclaje con el mundo real es Félix, su amigo y socio en el café literario La gente feliz lee y toma café, en el que Diane no ha vuelto a poner los pies.
Decidida a darse una nueva oportunidad lejos de sus recuerdos, se instala en un pequeño pueblo de Irlanda, en una casa frente al mar. Los habitantes de Mulranny son alegres y amables, salvo Edward, su huraño y salvaje vecino, que la sacará de su indolencia despertando la ira, el odio y, muy a su pesar, la atracción. Pero ¿cómo enfrentarse a los nuevos sentimientos? Y luego, ¿qué hacer con ellos?



Hombres sin mujeres. Haruki Murakami. Un libro de un autor que nunca hayas leído.

Sinopsis
En su obra más reciente, Haruki Murakami ofrece a los lectores siete relatos en torno al aislamiento y la soledad que preceden o siguen a la relación amorosa: hombres que han perdido a una mujer, o cuya relación ha estado marcada por el desencuentro, asisten inermes al regreso de los fantasmas del pasado, viven el enamoramiento como una enfermedad letal, son incapaces de establecer una comunicación plena con la pareja, o ven extrañamente interrumpida su historia de amor. Otros experimentan atormentados amores no correspondidos o, incluso, como en el relato protagonizado por una metamorfosis kafkiana, desconocen todavía los mecanismos del afecto y del sexo. Sin embargo, las verdaderas protagonistas de estos relatos —llenos de guiños a los Beatles, el jazz, Kafka, Las mil y una noches o, en el caso del título, Hemingway—, son ellas, las mujeres, que, misteriosas, irrumpen en la vida de los hombres para desaparecer, dejando una huella imborrable en la vida de aquellos que las han amado, o de los que, al menos, intentaron amarlas.

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