Como ya sabéis los que me seguís en mis redes, en enero empecé un reto de lectura que encontré por internet a finales del año pasado. De todos los que proponían en la página elegí el reto experto, que consistía en leer 52 libros de diferentes temáticas. La experiencia me ha gustando mucho, pero por varios motivos mis lecturas mensuales fueron bajando hasta que el pasado mes de septiembre lo abandoné, eso sí, con mejores resultados de los que esperaba obtener cuando comencé la primera de las lecturas.
Han sido un total de 30 novelas de diferentes géneros. Ese fue uno de los motivos por los que me lancé: necesitaba salirme de las novelas románticas y esta era una buena forma de «obligarme» a hacerlo.
He leído libros de mi lista de pendientes y algún otro que quería leer hacía tiempo, pero nunca encontraba el momento. He descubierto autores que de otra forma quizá no lo hubiese hecho y he conocido personajes de los que solo sabía «de oídas».
Aunque el reto para mí ha finalizado, seguiré leyendo sin tener que buscar en mi lista qué punto cubrir. Tengo varios libros esperando y quiero acabarlos antes de diciembre, pero creo que ninguno entra en la temática que me quedaba pendiente porque he ido dejando para el final los que veía más complicados o me apetecían menos.
Los dos contras que pondría a este experimento serían que ha sido complicado a veces decidirme por una novela y que abandoné el libro de Stephen King (el género de terror no es el mío).
Como conclusión diría que ha sido una grata experiencia y que puede que en 2018 realice otro de estos retos, pero de mucha menos exigencia como por ejemplo el de esta foto
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